Leche con Vino por favor!

Poco a poco la sabiduría de la energía suprema va poniendo en tu camino personas maravillosas y lo único que debemos hacer como seres humanos es permitirnos recibir esta bendición. Hay personas buenas, personas más buenas y personas tremendamente buenas, por lo tanto no hay nada de malo en no conocerlos a todos o no querer estar con todos. Es natural que cada uno ocupe un territorio en el mundo. Basta ver la naturaleza: por más distante que esté una especie de la otra y por más diferentes que sean conviven armoniosamente en el mismo planeta y se nutren de la misma luz del sol.
He aprendido a interpretar a los seres humanos que viven conmigo como “espejos mágicos” a través de los cuales me he conocido. Esto es valiosísimo para mí porque una vez aprendí a amarme, me sentí capaz de extender esa energía creadora incluso hacia aquellos que no conocía, al comprender y reconocer que existen y que en esencia son iguales a mi.

Pienso en mi hermanito del alma, en mi “vino”, en uno de mis complementos…

Pienso en Harvyn
Viví de cerca la transformación de su ciclo en Buenos Aires, es decir, la manera como su energía entró en un estado nuevo y maravilloso. Fui testigo de lo que me gusta interpretar como "su Despertar".
Recuerdo sus últimos días aquí y la manera en que la vida le fue abriendo camino para regalarle la soledad… una bendición a mi modo de ver porque así pudo escucharse.
Que alegría tan inmensa la que sentí cuando repentinamente me dijo que regresaba a Colombia… Recordé el timbre de su voz cuando me decía: “Mi casa se la pasaba llena de gente, de ruido, de fiesta, de música y de un momento a otro todos empezaron a irse”…
Comprendí que todo llegó a su vida cuando debía llegar.
Una vez terminó su carrera y respiró el aire limpio de la victoria, una vez sintió la dicha de haber alcanzado uno de sus sueños y logró encontrarse consigo mismo en silencio, pudo escuchar a su corazón cuando le dijo “Regresa a casa”...

Entonces nuevamente la tierra le abrió los cielos e iluminó su camino hasta nuestro amado país.

Su huella en la playita de mi existencia es profunda.
Los ciclos en los que vivimos los humanos son tan naturales como el amor. A veces creemos que estamos cerrando una puerta cuando en realidad estamos es ABRIÉNDOLA y entrando a lugares propios, a mundos mágicos repletos de felicidad… Solamente necesitamos la decisión de querer entrar en ellos para sentirnos bienvenidos y una vez entramos comprendemos que nunca nos hemos ido, sino que hemos tardado en regresar debido a las distracciones y a las vendas que nos pone lo mundano. Ni hablar de la sensación de frescura al sentir que todas las experiencias vividas fueron interpretadas de una manera tan honesta que volvimos a nuestra esencia, a lo que somos, hemos sido y siempre seremos: Amor… Amor por uno mismo, por la familia, por el hogar, por el calor de la casita, por los sueños y por supuesto, por la felicidad de compartir con quienes nos aman y esperaron pacientemente nuestro regreso.

Admiro a mi amigo… Lo amo demasiado… ¡Muchísimo! y sé que haberlo conocido es una señal que me indica que mis pasos están recorriendo mágicos caminos y que mi ruta es la correcta: Lo sé porque me lo encontré mientras viajaba y él me encontró a mí.
Le deseo toda la paz de mi universo, toda mi armonía, todo el éxito y toda la energía musical para que sigamos unidos siempre…
Sé que así será…”Leche con Vino” para siempre!!!



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